Podemos decir que la temporada de Infantil trae dos alegrías. Que llega y que se va.A unos días que se disputen las finales de la Infantil de FADEMAC, los ojos se quedan fijos en lo que pueda pasar este fin de semana pero quisiera por un momento voltear hacia el lado opuesto, a los jugadores, papás y coaches que ya terminaron su participación.
Siempre me ha llamado la atención lo que pasa luego de que un equipo queda eliminado. Toda la emoción de desmorona, el interés se queda en casa y se la pasión se entierra por lo menos por unos meses.
Mientras que haya vida en el torneo, todos se visten de colores, todos dicen apoyar pero ese gusto dura poco. Son contados los que se presentan a apoyar a sus organizaciones en una final, son aun menos los que siguen en contacto con el club de aquí hasta enero cuando los gladiadores del emparrillado vuelven a entrenar los fines de semana.
Y es que la participación en este tipo de torneos es caprichosa. Todos dispuestos a estar ahí bajo el sol, a abrir la cartera pero solo mientras los hijos son parte de ello.
Ahora, cómo culpar a la gente? Siendo sinceros este rollo del FBA no es cosa sencilla. Estas familias invierten más de la mitad de los fines de semana del año, mínimo medios días en un campo. A eso le podemos sumar los días entre semana cuando se acerca y durante las ocho semanas que tienen juegos, las juntas varias y hasta las fiestas cada fin de semana.
Y si a eso le ponemos un peso económico también se puede sentir el dolor. Además de la lana para poder participar, los que le invierten a la utilería, los chescos y tortas (incluyendo las de los coaches), las naranjas y como olvidar los estacionamientos o transportes públicos entre varios mas.
Acaso será este un tema que las ligas deberían de platicar con mas seriedad? Realmente es tan necesario que se entrene por tanto tiempo? No me sorprende que una de las razones principales por las que no hay más jugadores sea porque familias completas (incluyendo a los jugadores que muchas veces acaban artos) no le quieren entrar a éste por demás intenso nivel de compromiso.
Entonces no hay como juzgar a los que se desaparecen de volada aunque sería bueno que se mantuvieran en contacto con el resto de las categorías que durante el año siguen representando al club.
Pero algo siempre interesante es que de pronto las familias se reencuentran con el tiempo perdido. Mientras que muchos lo gozan quedándose en casa, otros necesitan buscar actividades complementarias para que los niños desfoguen las energías en algo productivo; buenas noticias para las escuelas de Karate, para los clubes deportivos, otras actividades académicas como idiomas o artes y hasta para el tan odiado futbol soccer.
Para los que se van inclusive de los medios como este, buenas vacaciones. Esperamos verlos de vuelta en Enero para comenzar de nuevo…
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