jueves, agosto 06, 2009

El tan querido anillo de SB

La motivación llega de diferentes formas para diferentes personas. Para unos es el dinero, para otros es la fama mientras que para otros es simplemente el orgullo de pertenecer y de triunfar.

El éxito llama al éxito, por lo menos eso es lo que muchos jugadores veteranos andan buscando cuando tratan de revivir sus carreras profesionales cerca del ocaso de sus días como deportistas y últimamente los Patriotas de Nueva Inglaterra parecen ser uno de esos puertos a los que todos quieren llegar.

No hace mucho tiempo fue el profundo Rodney Harrison quien llego desde San Diego para finalmente colocarse dos anillos de campeón en la mano. Luego fueron Junior Seau y Randy Moss quienes se quedaron a menos de dos minutos del anillo, y uno que hubiera sido realmente histórico con una temporada invicta.

Hoy el que se suma a esa ilusión es el corredor Fred Taylor quien nunca pudo llegar al juego grande de la NFL con los Jaguares de Jacksonville y quien se unió a los Pats en la búsqueda del tan querido trofeo Lombardi. Taylor ha dicho que esa es la única motivación por la que sigue jugando, eso y solo eso.

Es curioso como es que se arma un equipo con calibre de campeón en la NFL. Los Pariotas han sido una gran combinación de selecciones colegiales y de veteranos de calidad, muchos llegados de otros equipos. Con tres campeonatos en la bolsa, nadie pone en duda que esta formula funcione pero el reto en estos casos es lograr la unión de esfuerzos que de no darse genera resultados desastrosos. Finalmente los Raiders de Oakland han seguido la misma formula con resultados completamente opuestos.

Sin duda Taylor tiene una mucho mejor oportunidad de coronarse en Nueva Inglaterra. Jacksonville no ha terminado de dar el estirón que podría llevarlos a lo mas alto y perdiendo lideres del tipo de Taylor, pues menos.

Lo que sobra en Nueva Inglaterra es liderazgo, sin embargo el riesgo de las lesiones esta latente, especialmente con jugadores que no están en plenitud de juventud. Es ahí donde Bill Belichick junto con la profundidad en el roster han hecho la diferencia.

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