martes, noviembre 27, 2007

Tebow, McFadden se pelean el Heisman

Solamente queda una semana por delante y la lucha por el trofeo individual más importante de la NCAA sigue adelante. El Heisman todavía está lejos de estar decidido luego de que ésta ha sido una temporada de verdadera sorpresa.

En una campaña de altibajos con decenas de equipos ascendiendo y descendiendo de las clasificaciones, eso ha marcado la pauta para el Heisman que también ha sufrido de lo mismo.

Algunos de los aspirantes ya han terminado su temporada sin embargo la lista sigue complicada:

El corredor Darren McFadden encabeza la lista entre los analistas. Luego de que fuera la pieza angular para que los Razorbacks de Arkansas tumbaran a LSU del primer lugar, el corredor está muy cerca. Para muchos es el jugador más talentoso de toda la liga y su actuación de 15 anotaciones en la temporada lo comprueba.

El mariscal de campo de los Lagartos de Florida Tim Tebow ya terminó su temporada. El equipo que fuera campeón hace un año quedó al margen luego de se llevó tres derrotas sin embargo el jugador de segundo año no fue el culpable. Sus estadísticas indican 3,132 yardas y 29 pases de touchdown además de 22 anotaciones más corriendo la pelota. Esos números son dignos de un ganador del Heisman pero el record de su equipo lo tiene en duda.

Un jugador que ha hecho todo por su escuadra es el mariscal de campo Chase Daniel quien tiene a sus Tigres de Missouri a un triunfo de jugar el campeonato nacional. El jugador de tercer año ha tenido un sólido año al pasar para 33 anotaciones y antes del término del año habrá lanzado para más de 4 mil yardas. Sus posibilidades están basadas en la actuación en el último partido de la temporada cuando enfrenten a Oklahoma.

El único equipo invicto de la NCAA es Hawaii y su mariscal de campo ha brillado como hace tiempo no se veía. Colt Brennan lanzó para 126 pases de anotación, destrozando el record de más pases de anotación de la historia anteriormente en posesión de Ty Detmer. Brennan lució poderoso pero tiene el gran signo de interrogación siendo que no juega en una Conferencia considerada de las mejores (WAC).

Otros dos que siguen en la lucha son Pat White de West Virginia y Dennis Dixon de Oregon. Los dos mariscales de campo de formato corredor han tenido altibajos en el año. Dixon llevó a los Patos a pelear por los primeros puestos pero salió lesionado al final de la campaña no sin antes pasar para 20 anotaciones. Por su parte White está a un juego de competir por el campeonato nacional con los Montañeses. La movilidad del jugador ha sido parte angular de este éxito al correr para 14 anotaciones y más de 1,100 yardas.

El ganador del Heisman estará entre estos jugadores y habrá que esperar resultados de esta semana.

La realidad es que Tebow tiene los mejores números y es el prototipo más usual por lo que de ganar él sería digamos, normal.

Si la idea es premiar al mejor jugador, punto. Entonces el trofeo debe ir a casa de McFadden quien sin tener un gran equipo alrededor ha cargado a Arkansas y ha jugado varias posiciones. Las defensivas rivales sabían venía él y aún así destacó.

Brennan es el jugador sorpresa. El considerado caballo negro tiene una oportunidad pero es poco probable siendo que los críticos no lo consideran bien probado.

Si Missouri logra derrotar a Oklahoma los bonos de Daniel subirán de manera considerable luego de que encabezó al equipo al mejor record del equipo en muchos años. Sin embargo no le ayuda que haya estado bajo el radar el inicio de la campaña.

White y Dixon tuvieron su chance pero se ve lejana la oportunidad.

jueves, noviembre 22, 2007

Tan queridos, tan odiados como siempre

Hoy en día ser aficionado de los Vaqueros de Dallas vuelve a estar de moda, hacía años que los orgullosos aficionados del equipo de la Estrella Solitaria no se pavoneaban por las calles con sus jerseys, que no se sentían en la cima.

Bueno pues la exaltación del equipo está de regreso. Sin duda el equipo que más antagonismo produce en la NFL ha tomado su lugar de honor, por lo menos por el momento.

Luego de una temporada de éxitos, los aficionados de los Boys ya piensan en Super Tazón, ya sueñan con verlos de nuevo en el juego grande aunque las cosas hoy son muy diferentes a los tiempos de Staubach y Aikman.

Por supuesto que los Vaqueros tienen una oportunidad de oro para regresar al juego de campeonato de la NFL. Hoy son por mucho el mejor equipo de la División Este de la NFC y existen argumentos de sobra para afirmar que lideran toda la conferencia.

Todo eso gracias a una sustancial mejora en su ofensiva. El grupo ha anotado 324 puntos en diez partidos y marcha en segundo lugar de la liga solo detrás de los Patriotas de Nueva Inglaterra. Su defensiva sin ser especialmente buena para mantener a los rivales en 21.8 puntos promedio por juego, suma suficiente ya que su ofensiva claramente genera más puntos que eso.

Por otro lado los Vaqueros no tienen la culpa de la mediocridad del resto de los equipos de la conferencia. En su división los tres equipos son inconsistentes y tienen carencias importantes mientras que las divisiones sur y oeste no tienen nivel ni talento para competir por el campeonato.

El camino para los Vaqueros está de maravilla. Con Green Bay como el único verdadero rival se puede pensar que si Tony Romo no se agacha a la hora buena, los aficionados ya pueden empezar a hacer reservaciones a Arizona para principios de febrero.

Ahora, no se calienten.

Romo no es Aikman, TO no es Pearson, ni Jones es Smith.

La realidad es que en el Super Tazón las cosas podrían ser dolorosas. Ya probaron la intensidad de los Patriotas de Nueva Inglaterra. Sus únicos juegos ante equipos de la AFC fueron Miami (record 0-10 hasta ahora), los Pats y los Jets (record 2-8) este jueves. El rol de juegos fue benévolo para la escuadra que ha navegado entre su conferencia como lo hicieran los Bills de Buffalo en los noventas, equipo que ganó cuatro campeonatos de conferencia seguidos pero que topó con pared ante la NFC y estos mismos Vaqueros.

De cualquier manera los Boys tienen un legítimo chance de ir al campeonato y "en cualquier domingo", cualquier cosa puede pasar.

Por el momento la respuesta de los aficionados está ahí de nuevo.

De acuerdo con la NFL, el jersey de Tony Romo es el más vendido de la liga mientras que Terrell Owens es el número 20 y Marion BArber, DeMArcus Ware y Jason Witten también están dentro de los mejores 50. En general los Vaqueros son el equipo que más ha vendido en lo que va del año y hay gente en línea esperando pagar miles de dólares por un asiento en el nuevo estadio de 1.5 mil millones de dólares.

Esa es la pasión por los Boys y esa se alimenta de resultados positivos. Este 2007 es año de manjares.

miércoles, noviembre 07, 2007

Que detalle de Shula

No es que uno defienda a los Patriotas de Nueva Inglaterra, ellos pueden hacerlo solitos pero la verdad es que luego de leer las declaraciones del ex entrenador en jefe de los Delfines de Miami Don Shula, solo queda reflexionar un poco sobre el orgullo humano y lo que puede significar.

Mientras que todos los integrantes de los equipos que históricamente han tenido la oportunidad de llevar una temporada invicta en la NFL dicen no sentirse presionados ni mucho menos motivados por hacerlo, es obvio que alcanzar un logro de esas dimensiones es algo que no solo se quiere, se desea tanto como ganar un Super Tazón.

Así es que Shula y todos los miembros de los Delfines de Miami del año 72 siempre celebran cuando el último equipo invicto cae durante cada temporada. Finalmente ese es el bastión más importante que tiene la escuadra, uno que los hace únicos y que no quieren dejar ir por ningún motivo.

Ese sentimiento de orgullo es pasado a todos los aficionados que se saben “dueños” de un logro que solo ellos tienen. Aunque muchos de ellos ni siquiera lo vieron durante sus vidas, se pavonean cada vez con primera derrota del mejor equipo de cada temporada regular. Digamos que tienen algo que celebrar cada año, aún siendo que los Delfines están lejos de ser contendientes por los primeros puestos de la liga.

Fue en 1999 cuando la última verdadera estrella del equipo se retiro, Dan Marino. Desde entonces han llegado jugadores importantes como Jason Taylor y Zack Thomas pero ellos no han sido capaces de revivir a una franquicia que ha vivido en su pasado y que pese a que han tenido temporadas con porcentajes ganadores no hay visitado la postemporada desde el 2001.

Los Delfines en esta temporada con un record de cero ganados y ocho perdidos, están en camino a la que podría ser la peor campaña en su historia. En 41 años el equipo solamente ha tenido temporadas perdedoras en ocho ocasiones (cuatro de ellas fueron las primeras de su existencia empezando en 1966) y nunca han tenido menos de tres triunfos en un año.

Es por eso que ante la imposibilidad de hablar de aspiraciones en lo deportivo para uno de los equipos más queridos en México, Shula mejor empieza a lavarse las manos ante la posibilidad muy latente de que los Patriotas pudieran empatar esa famosa marca invicta.

Hoy más que nunca ese logro está en peligro para los Delfines. Los Pats de Tom Brady están con una marca de nueve ganados, han mostrado ser superiores al resto de los equipos y la verdad es que tienen un calendario a modo para retar el record de Miami.

En comentarios publicados por el New York Daily News, Shula comentó que si Nueva Inglaterra lo lograra, sugiere se le coloque un asterisco a la temporada luego de que los Patriotas fueran acusados de video espionaje al inicio de la campaña. Como diciendo, nosotros seríamos los únicos que lo hicimos “limpiamente”.

Debemos interpretar los comentarios de un personaje tan importante en la historia de la NFL como Shula, sin duda uno de los coaches más respetados de todos los tiempos. Pero que ahora si sacó a relucir sus colores tratando de salvar el último orgullo y además atacó frontalmente a la liga al cuestionar la decisión de la liga conforme al caso y dio a entender que el Comisionado Goodell quería dejar pasar el hecho sin hace mucho ruido.

Además se aventó la puntada de comparar este suceso con el posible futuro ingreso al Salón de la Fama de las Grandes Ligas de Barry Bonds, un tema que ha estado en los reflectores por los últimos meses y que sin duda es una de las razones por las que el beisbol de Estados Unidos ha sido cuestionado fuertemente por sus aficionados. Algo que la NFL no desea llegue a mayores siendo que han sufrido constantes abolladuras a su coraza de acero luego de los escándalos tipo Michael Vick y Pacman Jones.

Como ya habíamos mencionado en este espacio, el asunto de los video-escándalos no es nada nuevo en la NFL. Es una práctica que se hacía desde hace años y la guillotina cayó sobre Bill Belichick luego de que su “pupilo” Eric Mangini rompiera el código entre coaches y lo acusara formalmente.

Ahora que Shula lo expone de esa manera vuelve a romper varios códigos. Primeramente el del respeto por la liga y sus acciones y luego el del respeto al trabajo arduo que han hecho los Patriotas por tener una temporada del calibre de la que están tendiendo.

Todavía faltan siete partidos de los Patriotas en la temporada y la posibilidad de que encuentren derrotas a lo largo del camino está latente. Señor Shula, entendemos que está viendo que su más preciado logro está en peligro pero no era ni el tiempo ni la manera de intentar desacreditar a los Pats.

Lo cierto es que creo que acaba de dar una motivación más a Belichick quien dice que no, pero seguramente se muere de ganas de empatar esa marca.

martes, noviembre 06, 2007

Vaya celebración en Pittsburgh

Como aficionado a los Acereros de Pittsburgh el día de ayer resultó más que emocionante de lo normal. Si bien apabullar a los Cuervos de Baltimore ya es razón de celebración, este lunes fue mucho más especial. Por unos minutos pude presenciar a muchos de los jugadores que he seguido y que se juntaron por una celebración especial, los 75 años del equipo.

Y es que el pedigrí de los Steelers brilló este lunes por la noche. Presentes los jugadores más importantes que ha tenido la franquicia y en el emparrillado un aplastón sobre uno de los rivales más odiados, los Cuervos de Baltimore.

La gente de la ciudad de Pittsburgh tuvo la oportunidad de votar para seleccionar a los jugadores que serían galardonados esta semana. El domingo se reunieron para una cena de gala y este lunes por la noche se vistieron de negro y amarillo de nuevo.

El grupo quedó encabezado por los ganadores de cuatro Super Tazones en los setentas. Joe Green, Terry Bradshaw, Franco Harris, Jack Ham, Rocky Bleier, Lynn Swann, Donnie Shell entre varios más que convirtieron a los Acereros en una de las franquicias más populares hasta la fecha.

Pero junto a ellos salieron nuevas figuras. Rod Woodson, Greg Lloyd y algunos ya más “modernos” como Jerome Bettis, el mismo coach Bill Cowher y jugadores del roster actual como Hines Ward, todos ellos con status de celebridades en la ciudad de acero.

Impulsados por ellos estaban los actuales Steelers. Utilizando los uniformes de antaño por segunda ocasión en la temporada sacaron fuerza del evento para aplacar de un jalón a los Cuervos que simplemente se volvieron asistentes a la fiesta del equipo local.

La bujía del equipo fue Ben Roethlisberger que sigue teniendo una buena temporada. Sus cinco pases de anotación en la primera mitad, empataron la marca de juegos de lunes por la noche y del propio equipo (Bradshaw y Mark Malone lo había hecho una ocasión anteriormente). Tan bien se vio el Big Ben que durante la transmisión de televisión su actuación fue descrita como “del tipo Tom Brady”.

Pero la noche le perteneció a un defensivo. Hoy los reflectores no fueron para Troy Polamalu, sino para un apoyador que hace dos años apenas pudo mantener su trabajo y que incluso fue cortado por estos mismos Cuervos. Digno heredero de Ham, Merriweather, Lloyd, Brown y hasta Joey Porter, James Harrison brilló como hace mucho tiempo no se veía. Tres y media capturas, una intercepción, dos fumbles forzados y 10 tackleadas totales fueron la pesadilla para Baltimore.

Harrison se alimentó del entusiasmo que hirvió en el Heinz Field desde previo al arranque del partido y especialmente al medio tiempo cuando todos los miembros del equipo de los 75 años del equipo pasearon por el campo pese a la pesada lluvia que cayó durante todo el partido.

“Jugábamos en casa, horario estelar, en nuestro estadio y en la celebración por nuestros 75 años, puedes seleccionar”, dijo el coach de los Acereros Mike Tomlin al término del partido cuando le preguntaron cual había sido la motivación para el equipo.

Lo cierto es que con todos los factores puestos de esta manera, ayer los Acereros no perdían ni con los Patriotas.