miércoles, septiembre 19, 2012

Ere o no ere culpable?


En esta ocasión tomamos un tema del todavía "rey de los deportes" que ayer se robó los reflectores en los medios.


Vivimos en mundo muy ágil, en el que todos nos hemos hecho impacientes y en el que nos anticipamos a todo. El de hoy es un mundo express. Actuamos y luego pensamos y porque no, luego hasta juzgamos. Así es como la vida de Yunel Escobar giró este fin de semana.

Hoy escuchaba algunas declaraciones del gerente general de los Blue Jays Alex Anthopoulos quien decía el problema con Yunel Escobar era un problema de tipo cultural y de ahí de educación. En palabras de Escobar y hasta de algunos de sus compañeros de equipo, la palabra maricón es una que en Latinoamérica se utiliza todo el tiempo y que no tiene connotaciones agresivas. De ahí que el jugador decidiera colocar la frase "tu ere maricon" debajo de sus ojos en la cinta que utilizan los deportistas para minimizar el reflejo de la luz en su vista.

De aquí podemos concluir que las expectativas de Escobar eran que nadie se ofendería si leían esta frase, al fin y al cabo, se usa todo el tiempo y nadie se siente aludido. Sin embargo lo que el vio como un chiste, hoy lo tiene catalogado como persona non-grata no solo en el deporte Norte Americano sino entre un alto porcentaje de la población.

A palabras del señor Anthopoulos, Escobar tiene dos y medio años jugado con el equipo y todos los días salía a jugar con algo escrito en la cara. Nunca nadie le había puesto atención alguna, nadie se preguntaba que estaba diciendo especialmente siendo que el jugador siempre lo hacia en español. Suponemos entonces que para los Blue Jays la expectativa era que el jugador tuviera el criterio para no ofender a nadie pero la realidad es que si lo vieron hacerlo tantas veces y además no entendían español, este es un acto de poco criterio de parte del equipo y de hasta de las Mayores.

De ahí que el tema de educación venga a colación. Como en cualquier negocio, la imagen de la organización siempre está en manos del empleado. No importa si eres el jugador estrella o uno en la banca - cuando estás enfundado en el uniforme de tu equipo, lo representas y no hay mas que discutir. La educación y poco criterio son factores que no fueron considerados para contratar a muchos deportistas por lo que la obligación de educar y supervisar está en los equipos, sus directivos y la liga en general.

Me parece que culpables son todos.

Escobar, "ere" culpable al no entender la cultura en la que vives y trabajas, y si nos ponemos exigentes podríamos tacharte de ignorante al no saber escribir una frase tan sencilla en tu propio idioma.

Anthopoulos, "ere" culpable de rebote porque el béisbol es un deporte global. Las Mayores se benefician del talento de jugadores de todo el mundo y además la popularidad del juego que arroja buenos ingresos para todos. De ahí que tendrían tener mejores programas de desarrollo para los jugadores y así cuidar mas la imagen que ofrecen al mundo que los vigila.

Siempre hay algo bueno que rescatar de cada situación. Ya se habla de que Escobar donará el dinero de su castigo a apoyar la causa de la comunidad homosexual y hasta se comenta que se convertirá en portavoz de campañas en pro de las mismas. Seguramente la liga pondrá mucha atención de ahora en adelante, estoy seguro se prohibirá se use frase alguna en ningún lado. Ahora las expectativas lucen completamente diferentes aunque saben un poco a hipocresía.

jueves, septiembre 06, 2012

Largo y doloroso camino en Penn State


Todos los que seguimos el FBA Colegial estuvimos pendientes del regreso a los emparrillados de Penn State este pasado sábado. Llamémosle curiosidad o simplemente morbo pero había mucho en juego cuando este históricamente importante programa finalmente regresaba a lo que lo hizo popular, al FBA.

Luego de tanto madrazo gracias al ex Coach Jerry Sandusky, los Nittany Lions están devaluados, han sido maltratados y ahora tendrán que cargar unos grandes estigmas por muchos años.

De acuerdo con el LA Times, el escándalo Sandusky ha costado a la Universidad cerca de 17 millones de dólares. Esta nada despreciable cantidad ha sido empleada para cubrir gastos legales, consultores varios y empresas de relaciones públicas – gran parte de ello tratando de minimizar el efecto de la barbarie que se vivió en el seno del equipo del legendario Joe Paterno.

Que bien que se hayan puesto las pilas para indagar detalles y así tratar de hacer ”limpieza en casa”. Sin embargo lo acontecido en el marco de este escándalo nunca será borrado de la historia y ha venido a manchar un programa deportivo que siempre había sido catalogado de modelo a seguir. En realidad el efecto económico así como deportivo nunca podrá ser calculado. Seguramente serán muchos años los que pasen antes de que Penn State vuelva a ser un programa de elite.

Lo que si es cierto es que los estudiantes y actuales jugadores en el equipo no tienen la culpa de nada. Varios ya saltaron de barco y salieron del equipo pero muchos otros siguen ahí, dispuestos a defender los colores y el orgullo que hoy por hoy está más que abollado.

Son ellos los que merecen un reconocimiento de valor. La tabla de ganados y perdidos no tiene relevancia alguna. Si, cayeron ante lo que puede ser considerado un equipo inferior de la Universidad de Ohio pero el hándicap que tienen en contra hará que la temporada sea mala, aún ganado partidos. Seamos sinceros, las expectativas son prácticamente inexistentes.

La comunidad universitaria se hizo notar. El amor a la institución no está en duda. Los culpables ya están fuera del campus (por lo menos eso queremos creer). Claro que duele perder pero más duele ser analizados y juzgados cada día. Lo único bueno es que ya han comenzado a caminar - la luz al final del tunel está muy lejos pero que tan rápido lleguen, dependerá del compromiso de las autoridades y de los jugadores mismos.