jueves, febrero 22, 2007

Los retos de Tomlin, el más grande se llama Bill

TORONTO, CAN (SPNET).- Si bien los cambios en la vida siempre generan inestabilidad momentánea, hay algunos que simplemente vienen con etiqueta de éxito, de sueños alcanzados. Tal vez ese el caso para el Coach Mike Tomlin quien comienza a vivir sus primeros momentos como cabeza de uno de los equipos de elite de la NFL, los Acereros de Pittsburgh.

Con una gran sonrisa en la cara pero con una actitud de seriedad, un contraste que llama la atención, que no puede esconderse.

Eso es lo que vemos en Tomlin que llegó a presenciar el Scouting Combine en Indianápolis, el evento por invitación que convoca a los mejores jugadores del futbol americano colegial previo al draft colegial.

Desde su nominación como entrenador en jefe en enero, Tomlin ha sido una gran duda, ha resultado muy complicado leerlo. Por un lado es un hombre de 34 años que debe tener dentro una gran emoción de ser parte de una organización tan importante como los Acereros sin embargo desde el día uno se ha mostrado concentrado, muy serio en lo que hoy es su misión más importante, hacer que los aficionados al equipo olviden que Bill Cowher salió de escena y la única manera de hacerlo es ganando campeonatos.

Y esa actitud es justo la que es su principal herramienta de trabajo con la que espera comenzar una nueva era para el equipo que si bien vio a Cowher despedirse, todo lo que él creó sigue ahí, incluyendo una base de jugadores que ganó un Super Tazón hace poco más de un año.

El primer reto para Tomlin sigue siendo hacer química con el grupo.

“Las relaciones no se hacen en un momento, tenemos que ir día a día”, comentó Tomlin sobre sus pláticas con los jugadores, incluyendo algunos de ellos que probablemente se sienten desmotivados al ver que sus dos candidatos locales (Russ Grimm y Ken Wisenhunt) terminaron en Arizona y un perfecto desconocido es ahora su jefe.

En realidad Tomlin tiene un gran reto por delante.

Firme a su estilo deberá resumir lo mejor que Cowher le dejó puesto para tratar de sacar provecho de ello, sería verdaderamente triste que simplemente lo desechara.

Por otra parte el recién llegado coach buscará modificar las cosas para adaptar a los Acereros a su filosofía, algo que desde el día uno ha creado polémica siendo que como coordinador defensivo de los Vikingos de Minnesota utilizaba un sistema diferente. A su favor decidió quedarse con Dick LeBeau y ha comentado que por el momento no cambiará lo que funciona en el equipo aunque ha dicho que el talento del equipo jugará bien bajo el esquema que se le presente.

El coach tiene mucho que hacer y poco tiempo para hacerlo. “Soy una persona impaciente por naturaleza”, dijo. Esto es algo que puede ir en contra de sus intereses al llegar a Pittsburgh que tiene un estilo de juego bien claro, una identidad que no se puede desarmar en una temporada.

Tomlin ya ha avanzado en lo que tiene que hacer. En estas pocas semanas ya se ha reunido con la gran mayoría de los jugadores y ha comenzado a evaluarlos en detalle, algo que toma tiempo y que ha asegurado que nunca se acaba. El coach ha comentado que sabe que debe ir conociendo mejor a su grupo de trabajo.

Por otra parte Tomlin deberá lidiar con su vida personal que ha sido una montaña rusa. Tras cinco temporadas como asistente de la defensiva secundaria con los Bucaneros de Tampa Bay bajo el mando de Tony Dungy y Jon Gruden, tomó la coordinación defensiva de los Vikingos en 2006 y ahora tomará su lugar en Pittsburgh. Dos ciudades en dos años, cambios complicados para su familia.

Una de las principales barreras que Tomlin deberá derribar se llama Bill Cowher y tiene 15 años de altura.

Un personaje admirado, respetado y principalmente muy querido en la ciudad, Cowher dejó mas que un legado en la historia de los Acereros y reemplazarlo sería un gran problema no solo para Tomlin sino para cualquiera que llegara. Pasarán muchos años antes de que los aficionados se acostumbren a no ver a Cowher en la banca y Tomlin deberá ir ganándose su propio lugar, algo que le guste o no, es su responsabilidad.

Nadie conoce mejor lo que tienen los Acereros hoy en día que Cowher y pues aunque está fuera de la organización, seguramente por su amor a los colores que defendió por 15 campañas podría ayudar al recién llegado.

“No he tenido ningún contacto con él”, comentó Tomlin.

Los aficionados de los Steelers esperan que ese no sea su primer error.

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