Va de nuevo, los Acereros repiten como el equipo más afectado durante el descanso de la NFL.Hace un año fue Ben Roethlisberger quien fue acusado de abuso sexual, a él se le sumó el pateador Jeff Reed con violencia y además el receptor Santonio Holmes abusando de drogas.
A tan solo unos días de que arranque la temporada 2011 (todavía estamos con la ilusión pese a la huelga), los Steelers vuelven a colocarse en los reflectores y por las razones incorrectas; éstos de plano no aprenden la lección.
Luego de que hace unos meses el corredor Rashard Mendenhall se ganara las críticas de muchos al twittear su desaprobación de lo acontecido el 11 de Septiembre, hoy dos de los líderes del equipo se ponen “de pechito” para que les den con todo.
Hines Ward, uno de los jugadores más respetados no solo del equipo sino de la liga es detenido presuntamente manejando ebrio. El suavecito James Harrison, se avienta a descargar si ira contra la liga, el Comisionado y las multas que le dejaron caer en una revista.
Ward asegura que es inocente mientras que Harrison ya pidió disculpas y aseguró que sus comentarios fueron tomados fuera de contexto (especialmente en los que les da con todo al Big Ben y a Mendenhall).
Excusas hay todas, las razones no se entienden. Lo único cierto es que estos Acereros no representan muy bien a los de antaño. Y es que un jugador como Joe Greene no era una blanca palomita, tenía lo suyo pero todo era dentro del emparrillado, no al volante ni mucho menos ante la prensa.
La diferencia hoy es la inocencia con la que estos se manejan, tanto que ésto se puede confundir con ignorancia. No es que sean un par de malandrines, simplemente no terminan de medir las consecuencias de sus actos y eso no se puede perdonar tan fácilmente, especialmente de dos jugadores de su talla.
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