jueves, septiembre 27, 2007

De frente al tren que se les fue

Si había un partido en la mente del coach de los Cardenales de Arizona Ken Whisenhunt era justamente el de la semana cuatro cuando su equipo recibiría a los Acereros de Pittsburgh.

Vaya oportunidad para el hombre que en la ciudad del acero era conocido como “Whis”.

Luego de que el entonces coordinador ofensivo del equipo sentía haber tenido todas las credenciales para ser nombrado el sucesor de Bill Cowher tras seis temporadas con el equipo, Whisenhunt fue eliminado del pizarrón de opciones y tuvo que lanzarse fuera para buscar chamba. No tardó mucho en encontrarla en Arizona.

El segundo en la fila buscando el empleo era el asistente directo de Cowher, Russ Grimm. Proveniente de la Universidad de Pittsburgh en sus días colegiales, y miembro del staff de Cowher. También se quedó corto a la hora de las decisiones pese a haber estado muy cerca de quedarse. El boleto en la rifa salió y tenía el nombre de Mike Tomlin mientras que Grimm también tomó sus maletas y se fue a Arizona para unirse a Whisenhunt.

Y los dos se fueron muy dolidos, y de la mano dejaron un ambiente de inconformidad en el equipo, con jugadores claramente molestos porque ninguno de los dos se había quedado.

Lo cierto es que luego de tres semanas de acción en la temporada regular 2007, no se ve a muchos de esos jugadores quejándose del record invicto de los Acereros, ni mucho menos de la actitud profesional y madura que tiene a Mike Tomlin quien se encuentra a un paso de hacer historia con el equipo. De ganar el domingo, el coach se convertirá en el primer coach de los Acereros en tener cuatro victorias sin derrota en un arranque de temporada y empataría a Jim Mora como los únicos dos coaches novatos en tener un record de 4-0 en la historia de la NFL.

Y el problema creo justamente es lo que significó no haber sido escogido para este puesto. Tomlin ha hecho un estupendo trabajo aprovechando lo que Cowher, Whis y el mismo Grimm ayudaron a construir y tiene un equipo lo suficientemente bueno para intentar competir en serio en la AFC.

Los Acereros pasaron por un bache luego de haber ganado el Super Tazón en lo que significó la última temporada de Cowher pero no por eso tuvieron una baja de talento que fuera proporcional a su record un año después.

Y si alguien sabía eso era justamente el staff que venía trabajando con el equipo. Whisenhunt y Grimm tenían muy presente que su oportunidad de tomar al equipo era una de esas muy raras ocasiones de subirse a un barco ganador, algo poco común en la NFL. Los equipos por lo general cambian de entrenador luego de que sus records son tan malos que no tienen otra más que cortar el hilo por lo más delgado.

Así es que Whisenhunt y Grimm tienen sentimientos encontrados para este fin de semana. Los dos son dueños de anillos de Super Tazón con los Acereros, los dos hicieron un excelente trabajo con los jóvenes que enfrentarán pero también vieron como una oportunidad de oro se les escapó de las manos.

Y no es que el trabajo de Head Coach de los Cardenales sea malo, finalmente cualquier puesto en la NFL debe ser considerado un privilegio sin embargo hay una gran diferencia entre trabajar en Pittsburgh y Arizona.

El linaje histórico de los Steelers (cinco anillos de campeones) para nada compara con la poca productividad de los Cardenales que son en el equipo más viejo de los que hay en la NFL hoy en día al haber nacido en 1898 pero que nunca han tenido continuidad mientras que han tenido éxitos muy esporádicos.

Desde haberse movido a Arizona en 1988 (cuando pasaron de San Luis y se mudaron bajo el nombre de Cardenales de Phoenix), la franquicia solo ha pasado a la postemporada en 1998 cuando quedaron en segundo lugar de su división mientras que su record es de 101-199.

Los Cardenales tienen un gran talento joven en la actualidad por lo que Whisenhunt tiene la posibilidad de entregar buenos resultados pero eso demandará de un gran trabajo de coacheo y de continuidad.

Con los Acereros Whisenhunt encabezó una ofensiva que siempre fue criticada por no ser muy espectacular detrás de un ataque terrestre muy eficiente. Y si bien terminaron con un campeonato, nunca se reconoció que fuera gracias a Whis y el Big Ben, siempre las estrellas defensivas fueron mucho más reconocidas.

De haberse quedado con Pittsburgh, Whisenhunt o Grimm hubieran brillado más sin embargo su realidad terminó siendo otra y ahora su camino hacia el estrellato, si es que llega, es mucho más pesado y lleno de muchas más piedras.

No hay comentarios.: