TORONTO, Can (SPNET).- Uno de los personajes más enigmáticos del deporte de los Estados Unidos volvió a salirse con la suya, pareciera que siempre encuentra la manera de hacerlo, es como si tuviera una energía especial que nunca lo abandona.
“Lo queríamos tanto, y podemos hacer un gran trabajo”, comentó el dueño de los Vaqueros de Dallas y ahora cabeza de la organización del Super Tazón XLV, Jerry Jones.
El evento deportivo más importante de cada año en los Estados Unidos tomará lugar en Dallas por primera vez en su historia y quien mejor para manejar el avión que el señor Jones quien como ya es costumbre, volvió a ganar en la NFL.
Tuvieron que ser cuatro las veces que los dueños de los 32 equipos que conforman la liga votaran para finalmente dar al norte de Texas su primer Super Tazón, un premio de los grandes, por lo que representa albergar este tipo de eventos.
Uno de los miembros más enigmáticos de los Vaqueros de Dallas es quien encabezó el esfuerzo de la mano de Jones, el legendario Roger Staubach quien es la cara pública que representa al comité organizador del tercer Super Tazón en la historia del estado (los dos anteriores se jugaron en Houston).
La combinación de Jones manejando las relaciones públicas, aunado a la credibilidad de Staubach y claro, tomando en cuenta que tendrán el mejor estadio de la NFL, todo eso sumó para que hoy la ciudad de Dallas y todos sus suburbios estén festejando recibir el partido en el 2011, dejando a Arizona e Indianápolis en el camino.
Cuando se habla de Super Tazón, se habla de economía. Empezando por los más de cien mil aficionados que abarrotarán el nuevo estadio en Arlington. Se estima la llegada de más de un cuarto de millón de personas que consumirán cuartos de hotel, alimentos, bebidas, souvenirs y demás en una fiesta que atrae desde los más ricos hasta los más pobres, todos queriendo un vivir un momento de historia NFL.
Pero el hombre del momento vuelve a ser Jerry Jones.
Hombre visionario que en 1989 tomó el control de la franquicia más exitosa de la liga desde el simple punto de vista de la mercadotecnia, el equipo conocido como el equipo de América (con referencia a los Estados Unidos, aunque México también se unió a esto).
Bajo su mando, los Vaqueros ganaron tres Super Tazones en cuatro años y se colocaron junto con San Francisco y ahora Pittsburgh como los únicos en ganar cinco campeonatos.
Rudo al cien por ciento. Jones nunca se ha conformado con controlar su equipo. Su participación en proyectos de la liga ha sido muy importante para que hoy la NFL se encuentre en una posición estelar en el deporte norteamericano y del mundo.
Polémico por momentos al contratar y despedir talento, Jones se ha mostrado fiel a sus principios: Hacer dinero mientras los Vaqueros de Dallas intentan dominar el mundo del futbol americano, haciendo lo necesario para lograrlo.
Que mejor prueba de ello que conseguir que la ciudad de Arglinton pudiera ser la casa de sus Vaqueros, y serlo de manera aplastante. El nuevo estadio costará cerca de un billón de dólares y será el mejor del mundo, con una capacidad fuera de serie y usando tecnología que no se había podido imaginar en instalaciones deportivas.
Obviamente una de las promesas que Jones tuvo que hacer para conseguir este nuevo hogar para la estrella solitaria, era justo esto, asegurar la llegada de un Super Tazón al corto plazo, algo que obviamente sabía podía conseguir. Finalmente, ¿quién le dice que no a Jerry Jones?
Así es como hoy el triunfo es para Jones.
Ha cumplido con todo lo que se ha propuesto, sin embargo si lo pensamos bien, ya me imagino lo que tiene en mente para ese enero o febrero del 2011.
Seguramente quiere ver a su equipo jugar en casa. Estoy seguro de que hará hasta lo imposible por hacerlo y para los antivaqueros (que son muchos), tristemente tal vez se salga con la suya, como siempre.
“Lo queríamos tanto, y podemos hacer un gran trabajo”, comentó el dueño de los Vaqueros de Dallas y ahora cabeza de la organización del Super Tazón XLV, Jerry Jones.
El evento deportivo más importante de cada año en los Estados Unidos tomará lugar en Dallas por primera vez en su historia y quien mejor para manejar el avión que el señor Jones quien como ya es costumbre, volvió a ganar en la NFL.
Tuvieron que ser cuatro las veces que los dueños de los 32 equipos que conforman la liga votaran para finalmente dar al norte de Texas su primer Super Tazón, un premio de los grandes, por lo que representa albergar este tipo de eventos.
Uno de los miembros más enigmáticos de los Vaqueros de Dallas es quien encabezó el esfuerzo de la mano de Jones, el legendario Roger Staubach quien es la cara pública que representa al comité organizador del tercer Super Tazón en la historia del estado (los dos anteriores se jugaron en Houston).
La combinación de Jones manejando las relaciones públicas, aunado a la credibilidad de Staubach y claro, tomando en cuenta que tendrán el mejor estadio de la NFL, todo eso sumó para que hoy la ciudad de Dallas y todos sus suburbios estén festejando recibir el partido en el 2011, dejando a Arizona e Indianápolis en el camino.
Cuando se habla de Super Tazón, se habla de economía. Empezando por los más de cien mil aficionados que abarrotarán el nuevo estadio en Arlington. Se estima la llegada de más de un cuarto de millón de personas que consumirán cuartos de hotel, alimentos, bebidas, souvenirs y demás en una fiesta que atrae desde los más ricos hasta los más pobres, todos queriendo un vivir un momento de historia NFL.
Pero el hombre del momento vuelve a ser Jerry Jones.
Hombre visionario que en 1989 tomó el control de la franquicia más exitosa de la liga desde el simple punto de vista de la mercadotecnia, el equipo conocido como el equipo de América (con referencia a los Estados Unidos, aunque México también se unió a esto).
Bajo su mando, los Vaqueros ganaron tres Super Tazones en cuatro años y se colocaron junto con San Francisco y ahora Pittsburgh como los únicos en ganar cinco campeonatos.
Rudo al cien por ciento. Jones nunca se ha conformado con controlar su equipo. Su participación en proyectos de la liga ha sido muy importante para que hoy la NFL se encuentre en una posición estelar en el deporte norteamericano y del mundo.
Polémico por momentos al contratar y despedir talento, Jones se ha mostrado fiel a sus principios: Hacer dinero mientras los Vaqueros de Dallas intentan dominar el mundo del futbol americano, haciendo lo necesario para lograrlo.
Que mejor prueba de ello que conseguir que la ciudad de Arglinton pudiera ser la casa de sus Vaqueros, y serlo de manera aplastante. El nuevo estadio costará cerca de un billón de dólares y será el mejor del mundo, con una capacidad fuera de serie y usando tecnología que no se había podido imaginar en instalaciones deportivas.
Obviamente una de las promesas que Jones tuvo que hacer para conseguir este nuevo hogar para la estrella solitaria, era justo esto, asegurar la llegada de un Super Tazón al corto plazo, algo que obviamente sabía podía conseguir. Finalmente, ¿quién le dice que no a Jerry Jones?
Así es como hoy el triunfo es para Jones.
Ha cumplido con todo lo que se ha propuesto, sin embargo si lo pensamos bien, ya me imagino lo que tiene en mente para ese enero o febrero del 2011.
Seguramente quiere ver a su equipo jugar en casa. Estoy seguro de que hará hasta lo imposible por hacerlo y para los antivaqueros (que son muchos), tristemente tal vez se salga con la suya, como siempre.
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