TORONTO, Can (SPNET).- La juventud es un gran regalo que da la vida y para los jugadores de la NFL, esto es especialmente verdadero. Mientras haya salud, los gladiadores son capaces de mantener su trabajo en lo que es una gran realidad para todos, el tiempo no perdona.
Esta semana se dio a conocer que el mariscal de campo de las Águilas de Filadelfia, Donovan NcNabb estaba digamos, sacado de onda, con la decisión del equipo de seleccionar al novato Kevin Kolb en el pasado draft colegial, algo que no se esperaba siendo que el equipo tenía otras necesidades de cubrir antes de pensar en un joven para reemplazar al comprobado veterano.
Sin embargo parece que a McNabb se le olvida que este juego es de los que logran mantenerse en el terreno de juego y sobre todo hacerlo ayudando a su equipo a ganar partidos, especialmente en diciembre y enero.
Corría el año 2002, las Águilas se enfrentaban a los Cardenales de Arizona y pese a sentir molestias en una pierna, Donovan McNabb se rehusó a abandonar el encuentro, rayos X al finalizar revelarían que el jugador tenía la pierna rota. Jugando prácticamente con una sola pierna, McNabb sumó estupendas estadísticas en un juego ganado con marcador de 38 puntos a 14. Completó 20 de 25 intentos para 255 yardas y cuatro pases de anotación. Pese a haber sido criticado por la prensa y hasta sus compañeros, el mariscal de campo se mantuvo firme en su decisión y se tuvo que consolar desde la banca al queda fuera el resto de la temporada que terminó en el juego de campeonato cuando el equipo perdió ante los Bucaneros de Tampa Bay. Ese era, y digo era, el mariscal de campo de las Águilas.
Pero el tiempo no ha pasado en balde.
A tres años de haber llevado a las Águilas al Super Tazón XXXIX en Jacksonville, McNabb ha venido a menos, siendo atacado por lesiones que han dejado al equipo muy mal parado a media temporada.
Tuvo que ser un esfuerzo inesperado del veterano Jeff García, el que salvara la temporada el año pasado y llevara a las Águilas hasta los playoffs donde terminaron perdiendo ante los Santos de Nueva Orleans. McNabb no era más que un aficionado más tras haber jugado en tan solo 10 partidos, tan solo uno más de lo hecho en el 2005 cuando el equipo tuvo una debacle tras su lesión.
Nadie pone en duda la valía del corazón de McNabb. Sin duda es uno de los jugadores más dominantes de la liga cuando se encuentra al cien por ciento sin embargo su entrega total lo ha llevado a sobreexponerse y terminar con lesiones.
En sus ocho años como miembro de las Águilas, el quarterback solamente ha cumplido con temporadas de 16 partidos en tres ocasiones (2000, 2002 y 2003) mientras que ha terminado en la banca en tres de las pasadas cinco temporadas.
El jugador dice estar lejos de su retiro sin embargo hoy las exigencias en la NFL son de jugadores con más durabilidad de la que ha mostrado.
El equipo decidió darle las gracias a García al término de la temporada y parecía que McNabb podría respirar tranquilo, seguro de tener su trabajo sin embargo, bajita la mano el coach Andy Reid le está mandando un mensaje claro, si no está listo para llevarlos toda la temporada, está dispuesto a ir buscando su reemplazo.
El novato Kolb es un buen proyecto para las Águilas. Sin pertenecer a un programa grande (Universidad de Houston), llega en buen momento para aprender de McNabb y sin tiene éxito bien podría ser su sustituto muy pronto.
Por el momento el veterano ha dicho no estar molesto por la decisión del equipo sin embargo es obvio que recibió un golpe bajo que no esperaba de parte del equipo que ha asegurado que si McNabb está sano, será el titular.
En una era de memoria de teflón de los dueños de los equipos de la NFL, ganar cada año y luchar por llegar hasta el Super Tazón son lo menos para mantener tu trabajo. El Head Coach de las Águilas Andy Reid, como todos los demás entrenadores en jefe de la liga deben encontrar la manera de armarse del talento que les permita competir en lo más alto y eso significa tener profundidad en cada posición del equipo.
McNabb seguro puede llevar al equipo lejos, pero la experiencia dice que necesitará alguien detrás que entre al quite si se lesiona.
Es ahí donde radica su miedo, de hecho no lo perdió con García porque es mucho más veterano que él pero en el caso de un joven bien podría ser su despedida.
Esta semana se dio a conocer que el mariscal de campo de las Águilas de Filadelfia, Donovan NcNabb estaba digamos, sacado de onda, con la decisión del equipo de seleccionar al novato Kevin Kolb en el pasado draft colegial, algo que no se esperaba siendo que el equipo tenía otras necesidades de cubrir antes de pensar en un joven para reemplazar al comprobado veterano.
Sin embargo parece que a McNabb se le olvida que este juego es de los que logran mantenerse en el terreno de juego y sobre todo hacerlo ayudando a su equipo a ganar partidos, especialmente en diciembre y enero.
Corría el año 2002, las Águilas se enfrentaban a los Cardenales de Arizona y pese a sentir molestias en una pierna, Donovan McNabb se rehusó a abandonar el encuentro, rayos X al finalizar revelarían que el jugador tenía la pierna rota. Jugando prácticamente con una sola pierna, McNabb sumó estupendas estadísticas en un juego ganado con marcador de 38 puntos a 14. Completó 20 de 25 intentos para 255 yardas y cuatro pases de anotación. Pese a haber sido criticado por la prensa y hasta sus compañeros, el mariscal de campo se mantuvo firme en su decisión y se tuvo que consolar desde la banca al queda fuera el resto de la temporada que terminó en el juego de campeonato cuando el equipo perdió ante los Bucaneros de Tampa Bay. Ese era, y digo era, el mariscal de campo de las Águilas.
Pero el tiempo no ha pasado en balde.
A tres años de haber llevado a las Águilas al Super Tazón XXXIX en Jacksonville, McNabb ha venido a menos, siendo atacado por lesiones que han dejado al equipo muy mal parado a media temporada.
Tuvo que ser un esfuerzo inesperado del veterano Jeff García, el que salvara la temporada el año pasado y llevara a las Águilas hasta los playoffs donde terminaron perdiendo ante los Santos de Nueva Orleans. McNabb no era más que un aficionado más tras haber jugado en tan solo 10 partidos, tan solo uno más de lo hecho en el 2005 cuando el equipo tuvo una debacle tras su lesión.
Nadie pone en duda la valía del corazón de McNabb. Sin duda es uno de los jugadores más dominantes de la liga cuando se encuentra al cien por ciento sin embargo su entrega total lo ha llevado a sobreexponerse y terminar con lesiones.
En sus ocho años como miembro de las Águilas, el quarterback solamente ha cumplido con temporadas de 16 partidos en tres ocasiones (2000, 2002 y 2003) mientras que ha terminado en la banca en tres de las pasadas cinco temporadas.
El jugador dice estar lejos de su retiro sin embargo hoy las exigencias en la NFL son de jugadores con más durabilidad de la que ha mostrado.
El equipo decidió darle las gracias a García al término de la temporada y parecía que McNabb podría respirar tranquilo, seguro de tener su trabajo sin embargo, bajita la mano el coach Andy Reid le está mandando un mensaje claro, si no está listo para llevarlos toda la temporada, está dispuesto a ir buscando su reemplazo.
El novato Kolb es un buen proyecto para las Águilas. Sin pertenecer a un programa grande (Universidad de Houston), llega en buen momento para aprender de McNabb y sin tiene éxito bien podría ser su sustituto muy pronto.
Por el momento el veterano ha dicho no estar molesto por la decisión del equipo sin embargo es obvio que recibió un golpe bajo que no esperaba de parte del equipo que ha asegurado que si McNabb está sano, será el titular.
En una era de memoria de teflón de los dueños de los equipos de la NFL, ganar cada año y luchar por llegar hasta el Super Tazón son lo menos para mantener tu trabajo. El Head Coach de las Águilas Andy Reid, como todos los demás entrenadores en jefe de la liga deben encontrar la manera de armarse del talento que les permita competir en lo más alto y eso significa tener profundidad en cada posición del equipo.
McNabb seguro puede llevar al equipo lejos, pero la experiencia dice que necesitará alguien detrás que entre al quite si se lesiona.
Es ahí donde radica su miedo, de hecho no lo perdió con García porque es mucho más veterano que él pero en el caso de un joven bien podría ser su despedida.
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