Ayer vimos a los Jets de Nueva York, justo en el mismo lugar donde estuvieron los Acereros de Pittsburgh, los Potros de Indianápolis, los Cargadores de San Diego y hasta los Cuervos de Baltimore… todos a los pies de Tom Brady y sus Patriotas de Nueva Inglaterra.La verdad es que no hay mucho que agregar. Brady está jugando a un nivel espectacular y su liderazgo ha ayudado a un grupo de jóvenes que simplemente están dominando la NFL.
Mientras veía la verdadera tunda que se llevara el paisa Sánchez, reflexionaba sobre esta temporada de los Pats. Seamos honestos, nadie los veía como sólidos contendientes antes del arranque. La salida de jugadores insignia (ayer le hicieron un homenaje a Teddy Bruschi) y la llegada de novatos por todo el roster los colocaba en una complicada posición para competir en la AFC, llena de equipos experimentados.
Sin embargo lo más sorprendente viene del grupo más joven del equipo, el de la defensiva que está llena de nombres sin peso. Mientras que las estadísticas dicen que son de lo peor de la liga, el record de ganados y perdidos dice lo contrario.
Podemos hablar del talento y la madurez de Brady, de una solida y no tan lesionada línea ofensiva y hasta del magistral cambio que aventó a Moss fuera para reingresar a Branch quien como arte de magia despertó luego de años sin pena ni gloria en Seattle. Que mejor manera de mostrar que un equipo se puede rehacer en un solo movimiento de jugadores.
Y el artífice sigue siendo Bill Belichick quien vuelve a demostrar que es debe ser considerado realeza.
No sé en que vaya a terminar la temporada de los Pats pero si culmina en un campeonato esta deberá ser catalogada como la transformación más rápida en la historia de la NFL.
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