Hace una semana salió en Sports Illustrated donde los presentaron como un sólido candidato para ganar el Trofeo Heisman al término de la temporada. Hoy está inmiscuido en el escándalo.Cam Newton, mariscal de campo de la Universidad de Auburn pasó de ídolo a supuesto tramposo en tan solo unas horas.
Mientras que los la temporada de los Tigres marchaba de maravilla, ahora la sombra de las distracciones está cayéndoles encima. La marcha invicta de nueve partidos y la posibilidad de un campeonato nacional parecen quedar a un lado cuando se anuncia que la NCAA está chocando si Newton recibió una lana de parte de Auburn para firmar con ellos.
La nota no tiene nada nuevo. Se menciona que supuestamente el jugador tenía opciones y que había hasta ofertas (en el rango de los $200 mil morlacos) por lo que se sospecha Auburn tuvo que haberle pagado por firmar con ellos.
Tal vez la parte curiosa de este caso es el hecho de que la investigación gira alrededor de la iglesia a la que la familia Newton pertenece. Se dice que parte de ese pago pudo haber sido utilizado para unas renovaciones del santo inmueble por lo que ya se ha pedido acceso a las finanzas de esta casa de dios para ver como estuvo el asunto.
Pase lo que pase, Auburn y Newton ya están afectados. Aún siendo que la investigación no llegue a nada el efecto de estos rollos es devastador con la prensa y la atención pública encima del equipo.
Si con jugadores profesionales es difícil mantener el enfoque en medio de escándalos, no veo como lo puedan hacer con los jóvenes universitarios. Auburn tiene tres partidos pendientes para finalizar la temporada (dos a modo y uno complicadísimo contra Alabama). La pregunta es si podrán solventar el tema y cerrar fuerte la campaña… no lo creo.
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